El tiempo se comprime y asfixia, siempre ocurre así. Se desmenuza entre los dedos, ante un exceso de luz que busca un eco o una mirada gris delante del mar. Nos aquilata y pesa. Pesa tanto que nos hace insoportable su vaivén, por las heridas y las muescas cultivadas en apenas suspiros. Universos miles, otrora con color, que convergen y desaparecen siempre demasiado pronto, tanto, que parece que nunca estuvieron ahí, aunque valiera la pena intentarlo….

Exposición “De Luces a Sombras” 2014

Javier De La Cruz